Viendo ayer en un bar el inicio de la sesión en Senadores con dos compañeros, al ver sentarse en su banca a la Senadora por Formosa Adriana Bortolozzi, surgieron numerosas hipótesis.
La que más maquiavélica parecía, a la luz de las anteriores sesiones, donde Cobos, Morales, Sanz y su Armada Brancaleone cometieron papelón tras papelón de la mano de Pichetto y su ballet, la que sostenía que la esposa de Floro Bogado había sido mandada a ayudar a la oposición a conseguir quórum, para después del envalentonamiento de la oposición, hacer entrar al recinto al bloque del Frente para la Victoria y ganar la votación sobre el pliego de Mercedes Marcó del Pont.
¿Resulta muy rebuscado? No conseguís quórum, te mando una senadora, llegás al quórum, actuamos intentos de que reflexione y se vaya, dejamos que tomes confianza y bajes la guardia, entramos al recinto, la compañera formoseña vota con nosotros y, ¡paf!, te ganamos la votación.
Nunca sabremos si fue así. Las caras de Cobos, Morales y compañía, parece darle, al menos, cierto grado de confirmación a nuestra improbable hipótesis.
La pregunta que surge inmediatamente es: ¿cuánto pasará hasta que Gerardo Morales renuncie a la presidencia del bloque radical?, ¿cuánta vergüenza tiene?, ¿cuántos papelones más soportará?
P.D.: ¡Qué imagen la senadora con su vaso de licuado!